“Me siento muy bien. He recuperado el estado físico y me encuentro mejor que años anteriores”. Aunque dice que nunca dejó de estar en el alto rendimiento, a sus 30 años Laureano Rosas reconoce que sus piernas responden igual o mejor que en su época dorada, cuando supo conquistar por tres años consecutivos la Vuelta a San Juan y otras decenas de títulos en el ciclismo de ruta profesional. El pedalero de Puertas de Cuyo viene de despedir el 2020 y arrancar el 2021 con triunfos, y habla de cómo se siente y lo que viene.
“Son victorias importantes para mí y para el equipo. Hablan del esfuerzo que hacemos todos. Estamos tratando de plasmar todo lo que hicimos en el periodo de pandemia. Quizás tuvimos que trabajar dentro de pasa y no tuvimos la posibilidad de estar en la ruta, pero le pusimos muchas ganas y hoy se están dando los frutos. Hay mucho esfuerzo y mucho tiempo de trabajo detrás de esto”, dice Rosas.
Su primera victoria de la temporada llegó en Mendoza, sobre el final del año pasado, cuando se impuso en la 13º Gran Premio Aserradero Bucci. Después apareció el podio más especial con la Clásica Doble Difunta Correa, pos Año Nuevo. “Arrancar el año obteniendo una victoria significa que concretamos todo lo que planificamos. Lo Mendoza también fue importante, porque lo hicimos en un terreno difícil. Ambas carreras dejaron buenas sensaciones de cara a lo que viene”, expresa.
Hasta 2017 Rosas fue imbatible. Ganó casi todo en el ciclismo de ruta argentino, incluida tres Vueltas a San Juan y tres Doble Bragado, y fui campeón argentino de ruta dos veces, entre múltiples victorias. Después de aquel accidentado año volvió a “renacer”. El 20 de febrero sufrió un grave accidente cuando manejaba un cuatriciclo, se fracturó la pelvis y rodilla izquierda y fue intervenido quirúrgicamente en nueve ocasiones.
Un año después, en enero de 2018, volvió a pedalear. Ese mismo año ganó la Vuelta al Valle y la Doble Calingasta. Mientras que entre 2020 y 2019, a nivel local, se adjudicó la Vuelta a Sarmiento y sumó otros podios como el Giro del Sol pasado, en el que quedó segundo en la clasificación general. A pesar del esfuerzo y voluntad que le puso al ciclismo y a la vida tras el accidente, confiesa que siempre sintió que «tenía más para dar».
“El nivel era bueno, pero hoy me siento muy bien y con el estado físico recuperado respecto a otros años. Sí, me siento mejor que antes. Esto es fruto del sacrificio que vengo haciendo junto al equipo, y no desde ahora, sino desde hace mucho tiempo. Hay un equipo ensamblado, un grupo muy lindo, y eso es vital para lograr los objetivos. Uno solo no gana las carreras, detrás hay un trabajo grupal muy importante”, dice Rosas.
Pero esto recién comienza par Laureano, el hombre que siempre se reinventa. Tras un 2020 lleno de parates por la pandemia de coronavirus, el ciclista bonaerense se entusiasma con lo que viene. Y la Vuelta a San Juan Internacional, que podría sufrir modificaciones a partir del rebrote y nueva cepa de coronavirus en Europa, es una de las carreras que lo tiene motivado. “Me encuentro como me han visto, con muchas ganas y con el apoyo de todo el equipo: técnico y dueños. Creo que podemos hacer una gran labor en la Vuelta, intentaremos concretar nuestro objetivo”, cierra.
FUENTE: Tiempo de San Juan